sábado, 17 de febrero de 2007

DESAFIOS DE LOS UNIVERSITARIOS EN EL CONTEXTO ACTUAL

Ana Gamarra Rondinel **

El objetivo de mi texto es reflexionar sobre los desafíos de los universitarios en el contexto actual a través de temas relevantes en nuestros tiempos como: el contexto político de la universidad, el deterioro cultural, los desafíos de los universitarios en él y algunas conclusiones. Antes de dar inicio quisiera agradecer la invitación del comité organizador a participar en el panel sobre el tema, “La percepción de los estudiantes universitarios del ambiente político”, organizado por la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC), el sábado 26 de agosto de 2006.

Luces y sombras en la coyuntura

La coyuntura política universitaria no se encuentra ajena a la coyuntura del país. Por ello, para saber cuál es nuestra coyuntura, debemos hacer un poco de memoria y recordar lo que el gobierno de Toledo nos ha dejado. A mi parecer nos deja buenas cifras macroeconómicas pero una gran brecha social que poco a poco se ha ido intensificando, aún más, entre 2 sectores de la sociedad. Lo que se vio plasmado en las elecciones pasadas, en un pequeño volcán que se prendió y se apagó pero que claramente expresó una mezcla de agravio y rencor en la ciudadanía. He allí, una responsabilidad para el actual gobierno. Que al no lograr aminorarlo, nos encontraríamos ante desbordes sociales o atrapados en un círculo vicioso, tal como recalca el antropólogo Carlos Iván Degregori.

Asimismo, modelando un poco más la coyuntura en la que nos encontramos, creo que existe en el país un deterioro cultural que se ha afirmado y que ha salido a flote en las últimas semanas. Y es que no todos los peruanos nos reconocemos como ciudadanos, cabe cuestionarnos si alguna vez lo hicimos. Creo que este problema que margina y subestima a un buen sector de la población no es de ahora, pero que necesita de reformas institucionales profundas y necesarias que impliquen un reconocimiento de la diversidad cultural del país.

A la vez, tanto la opinión de mis compañeros como la mía es que muchos de los problemas del país como los outsiders, la no institucionalización, la exclusión social por el mal procesamiento de las demandas de la población y la no discusión de temas relevantes por el Estado, conjuntamente con la fragilidad de las instituciones son consecuencias de la crisis de los partidos políticos. Problema originado desde hace mucho tiempo atrás no sólo en el Perú sino en muchos países de Sudamérica.

Por ello, se necesitan partidos del siglo XXI, una ciudadanía informada, diálogo y un intenso trabajo para combatir la desconfianza, el rencor y el temor.

El deterioro cultural

En la PUCP, como ocurre en muchas otras universidades del país pero en distintos grados, no todos los jóvenes viven al tanto de la coyuntura del país. Existe una gran población no mayoritaria que no tiene la menor idea de lo que ocurre en él o simplemente no les interesa saberlo. Existen por ende, muchos compañeros de estudio que continúan viviendo en su burbuja.

Por lo tanto, tendré que decir que recogí opiniones y el sentir de algunos compañeros universitarios sobre la situación política y social del país. Dichas opiniones se intensificaron sobretodo en un problema que ellos sentían que el país vivía, como mencioné líneas anteriores, el deterioro cultural, que como ellos sostienen, el país requiere de una identidad nacional.

Esta idea de identidad nacional, es saber que todos somos peruanos y que por ende a la vez somos ciudadanos de un Estado que se encuentra en proceso de convertirse en Nación. Pero es difícil lograr una identidad nacional, como bien ellos se dan cuenta, por ser un país con diversas culturas, lenguas y costumbres. A su vez, señalaban que uno de los problemas del país era la fragmentación del sistema representativo. Asimismo, notaban la brecha aún marcada entre lo político y lo económico, la deficiente distribución de los recursos, como la mala focalización de las políticas sociales hacen que el crecimiento económico beneficie a algunos pocos y el nivel de la pobreza no disminuya a grandes pasos.

Un malestar, que sienten los jóvenes es la corrupción, tema que aún está en agenda por resolver en nuestra sociedad y con una clase política tan cuestionada y deficiente como la saliente, y un Congreso de la República con una mínima aceptación de la población. Muchos jóvenes se preguntan por qué el pueblo votó por Alan García y al hacerlo muchos de ellos se sonrojan y se avergüenzan al momento de aceptarlo, acaso no recordaron su gobierno pasado ó es acaso que no había otro candidato? preguntas sin contestar de muchos de ellos.

Su indignación ante la exclusión hacia un sector de la población, como mencioné, es relativa. Muchos saben que existe una diferencia entre 2 sectores de la sociedad pero muy pocos le dan la relevancia necesaria y menos aún buscan soluciones. Para ellos, sobretodo el problema fundamental en el país y no lejano al tema de la exclusión, es la identidad que todo los peruanos debemos tener.

Desafíos de los universitarios

Con todos estos temas, quisiera pasar al segundo punto que es algo más significativo para el desarrollo del país: ¿Cuáles son los desafíos que los universitarios, cumpliendo su papel de ciudadanos de un país, debemos de estar comprometidos a realizar?

Creo que la juventud desde Mariategui y Haya de la Torre ha tenido una preponderancia en el país. Hoy, más que nunca representamos algo del 40% de la población de 27 millones de habitantes. La presencia que podamos tener, como sostiene Roberto Lerner, parte de una sociedad que ha madurado. No obstante, no podemos decir que los jóvenes debemos ser los únicos quienes lavemos la bandera del país. Una reconstrucción y articulación de la clase política y la sociedad civil no es una tarea sólo de jóvenes, sino de los ciudadanos en conjunto.

Creo que la necesidad de hacer política “en serio” es latente y se plantea como objetivo central, pero tampoco creo que ésta sea una generación súper politizada. De lo que se trata es que desarrollemos nuestro papel como ciudadanos y con ese fin nos preparemos para hacer política de verdad. Por ejemplo, podríamos contribuir a los cambios sociales, fortaleciendo la democracia, apoyando la descentralización, participando en la concertación social, política y económica, ejerciendo plenamente nuestros derechos y deberes.

Tenemos que ayudar a que el país madure sin los problemas que hoy en día lo asechan como son: la violencia, la corrupción, la indiferencia social, la exclusión, la pobreza, entre otros.

La participación de los universitarios se puede realizar por distintos medios. Comenzando por la organización de mítines ó marchas cuando son concientes de alguna infracción por parte del gobierno, organizando conferencias para promover la discusión de los temas de relevancia coyuntural de los compañeros universitarios entre alumnos y de esta manera fomentar un mayor conocimiento sobre los temas relevantes a las la coyuntura o simplemente asistiendo a los mismos con el objetivo de informarse y concientizarse sobre la situación del país, recalco que no es necesario encontrarse en el Congreso de la República o en algún cargo público para empezar a trabajar por el Perú. Como bien dice Luis Fernando Crespo, nuestro asesor en UNEC, “debemos de tener una presencia activa, reveladora y no pasiva”. Entonces, no es suficiente el encontrarse en un determinado lugar sin que tu participación en él sea importante y significativa.

Asimismo, creo que Alan García, es consciente que la la población no olvida los errores grandes por su 1er gobierno, y por lo tanto, va a tener un gobierno muy vigilado. Pero a pesar de eso, todo el país debería tener siempre bien presente una dosis de desconfianza frente al régimen, tal como Degregori sugiere, porque todavía estamos en desarrollo, como dijo Luis Alberto Sánchez, el Perú es un país adolescente; por ello, los jóvenes en nuestro rol de ciudadanos debemos de salir de las bambalinas y afrontar nuestra realidad, comprometiéndonos con ella y sobretodo buscando un cambio de nuestra sociedad y en definitiva de nuestro país.

La terquedad, como una virtud

Para culminar, quisiera compartir con ustedes una parte del discurso que Gustavo Gutierrez realizó el día jueves en el Seminario Internacional “Condiciones para lograr la Reconciliación en el Perú”. Nos dijo que en medio de la situación en la que vivimos no debemos perder la esperanza, lo que no significa aguardar pasivamente, sino es un llamado a crear esperanza en los demás. Para ello, hizo uso del Evangelio de Marcos 2, 1-12, sobre el hombre paralítico al que Jesús curó gracias a la fe que tenían los hombres que lo llevaron. Lo que Gustavo rescata fue la terquedad y la creatividad, la forma como se ingenian los hombres para hacer entrar al enfermo a la casa, sin apabullarse por la cantidad de personas que estaban amontonadas en la casa donde se encontraba Jesús que les impedían el paso, buscan otro medio un poco extraño que fue el hacer ingresar al enfermo por un hueco del techo de la casa.

Estoy convencida que el futuro de una sociedad al igual que el de una persona no llega, sino, se construye.

* Este texto es parte de la exposición den el panel sobre el tema de la percepción de los estudiantes universitarios del ambiente político, organizado por la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC), el sábado 26 de agosto de 2006.

** Estudiante de Economía en la Facultad de Estudios Generales Letras de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Miembro de la iniciación del Movimiento Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC), Lima, 26 de agosto, 2006.

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