sábado, 17 de febrero de 2007

Testimonio - ¿Cuál debe de ser la actitud del joven en nuestra realidad?

En la PUCP, como ocurre en muchas otras universidades del país pero en distintos grados, no todos los jóvenes viven al tanto de la coyuntura del país. Existe una gran población no mayoritaria que no tiene la menor idea de lo que ocurre en él o simplemente no les interesa saberlo. Existen por ende, muchos compañeros de estudio que continúan viviendo en su burbuja.
Hace unos meses, formé parte del Centro Federado de la Facultad de Estudios Generales Letras, facultad que posee la mayor cantidad de estudiantes recién egresados del colegio. De dicha participación, saqué muchas conclusiones tales como el significado de compromiso que cada joven tiene y que muchos otros ni la conocen; la tergiversación de la palabra “compromiso” conmigo mismo y compromiso con el otro, en busca de mis intereses ó la de los demás. A la vez, dicha participación me trajo muchas preguntas como, ¿La juventud de ahora, realmente tiene compromisos? Y ¿con quién las tiene? ¿Asume verdaderamente ese compromiso, en busca de qué?

Con el paso del tiempo, la sociedad cambia, al cambiar los actores que la conforman ésta debe de también cambiar. Nuestra sociedad ha cambiado en comparación de 2 ó 3 décadas atrás. Pero más que nada diría que los intereses y el modo de vida de los jóvenes a cambiado; por diversas razones, las preocupaciones que vivía el país y que interpelaba a cada ciudadano eran otras, las reformas que se llevaban a cabo a nivel internacional y nacional eran otras, que obligaban al joven estar atento a su realidad y cuestionarse sobre ella y a la vez cuestionar a los demás. Las demandas eran otras en esa realidad y son otras en la nuestra. Diría que nos ha tocado a los jóvenes de ahora, vivir una época muy pasiva y ello está demostrado en la actitud de muchos de nosotros que continúan viviendo en una burbuja y de muchos otros que ni tienen una. Mi objetivo es cuestionarnos acerca de ¿Cuál debe de ser la actitud del joven en nuestra realidad?, ¿Qué intereses verdaderos tiene cada uno?,pero sobretodo, ¿Cuál debe ser nuestro comportamiento frente al país en el que vivimos y la realidad a la que nos ha tocado vivir?

Por lo tanto, tendré que decir que recogí opiniones y el sentir de algunos compañeros universitarios sobre la situación política y social del país. Dichas opiniones se intensificaron sobretodo en un problema que ellos sentían que el país vivía, que es el deterioro cultural, que como ellos sostienen, el país requiere de una identidad nacional. Esta idea de identidad nacional, es saber que todos somos peruanos y que por ende a la vez somos ciudadanos de una Estado que se encuentra en proceso de convertirse en Nación. Pero es difícil lograr una identidad nacional, como bien ellos se dan cuenta, por ser un país con diversas culturas, lenguas y costumbres. A su vez, señalaban que uno de los problemas del país era la fragmentación del sistema representativo. Asimismo, notaban la brecha aún marcada entre lo político y lo económico, la deficiente distribución de los recursos, como la mala focalización de las políticas sociales hacen que el crecimiento económico beneficie a algunos pocos y el nivel de la pobreza no disminuya a grandes pasos. Un malestar, que sienten los jóvenes es la corrupción, tema que aún está en agenda por resolver en nuestra sociedad y con una clase política tan cuestionada y deficiente como la saliente, y un Congreso de la República con una mínima aceptación de la población. Muchos jóvenes se preguntan por qué el pueblo votó por Alan García y al hacerlo muchos de ellos se sonrojan y se avergüenzan al momento de aceptarlo, acaso no recordaron su gobierno pasado? o es acaso que no había otro candidato? preguntas sin contestar de muchos de ellos.

Su indignación ante la exclusión hacia un sector de la población, es relativa. Muchos saben que existe una diferencia entre 2 sectores de la sociedad pero muy pocos le dan la relevancia necesaria y menos aún buscan soluciones. Para ellos, sobretodo el problema fundamental en el país y no lejano al tema de la exclusión, es la identidad que todo los peruanos debemos tener.

Con todos estos temas, quisiera pasar al segundo punto que es algo más significativo para el desarrollo del país. ¿Cuáles son los desafíos que los universitarios y más que nada cumpliendo su papel de ciudadanos de un país debemos de estar comprometidos a realizar?

Creo que la juventud desde Mariategui y Haya de la Torre ha tenido una preponderancia en el país. Hoy, más que nunca representamos algo del 20% de la población del mismo (27 millones de habitantes). La presencia que podamos tener, como sostiene Roberto Lerner, parte de una sociedad que ha madurado. No obstante, no podemos decir que los jóvenes debemos ser los únicos quienes lavemos la bandera del país. Una reconstrucción y articulación de la clase política y la sociedad civil no es una tarea sólo de jóvenes, sino de los ciudadanos en conjunto. Creo que la necesidad de hacer política “en serio” es latente y se plantea como objetivo central, pero tampoco creo que ésta sea una generación súper politizada. De lo que se trata es que desarrollemos nuestro papel como ciudadanos y con ese fin nos preparemos para hacer política de verdad. Por ejemplo, podríamos contribuir a los cambios sociales, fortaleciendo la democracia, apoyando la descentralización, participando en la concertación social, política y económica, ejerciendo plenamente nuestros derechos y deberes. Tenemos que ayudar a que el país madure sin los problemas que hoy en día lo asechan como son: la violencia, la corrupción, la indiferencia social, la exclusión, la pobreza, entre otros.

La participación de los universitarios se puede realizar por distintos medios. Comenzando por la organización de mítines ó marchas cuando son concientes de alguna infracción por parte del gobierno, organizando conferencias para promover la discusión de los temas de relevancia coyuntural de los compañeros universitarios entre alumnos y de esta manera fomentar un mayor conocimiento sobre los temas relevantes a las la coyuntura o simplemente asistiendo a los mismos con el objetivo de informarse y concientizarse sobre la situación del país, recalco que no es necesario encontrarse en el Congreso de la República o en algún cargo público para empezar a trabajar por el Perú. Como en muchas oportunidades oí al Padre Luis Fernando Crespo decir; debemos de tener una presencia activa, reveladora y no pasiva. No es suficiente el encontrarse en un determinado lugar sin que tu participación en él sea importante y significativa.

Como dijo Luis Alberto Sánchez: El Perú es un país adolescente, por ello, los jóvenes en nuestro rol de ciudadanos debemos de salir de las bambalinas y afrontar nuestra realidad, comprometiéndonos con ella y sobretodo buscando un cambio de nuestra sociedad y en definitiva de nuestro país.

Para culminar, quisiera compartir con ustedes una parte del discurso que Gustavo realizó en el Seminario Internacional “Condiciones para lograr la Reconciliación en el Perú”. Nos dijo que en medio de la situación en la que vivimos no debemos perder la esperanza, lo que no significa aguardar pasivamente, sino es un llamado a crear esperanza en los demás. Para ello, hizo uso del Evangelio de Marcos, sobre el hombre paralítico al que Jesús cura gracias a la fe que tenían los hombres que lo llevaron. Lo que Gustavo rescata fue la terquedad y la creatividad, la forma como se ingenian los hombres para hacer entrar al enfermo a la casa, sin apabullarse por la cantidad de personas que estaban amontonadas en la casa donde se encontraba Jesús que les impedían el paso, buscan otro medio un poco extraño que fue el hacer ingresar al enfermo por un hueco del techo de la casa. Con eso, les dejo para una reflexión, y termino sosteniendo que el futuro de una sociedad al igual que el de una persona no llega sino, se construye.



Muchas gracias.

Ana Gamarra Rondinel

No hay comentarios: